«Propongo que de la única cosa de la que se puede ser culpable, al menos en la perspectiva psicoanalítica, es de haber cedido en su deseo.
Esta proposición, aceptable o no en tal o cual ética, expresa bastante bien lo que constatamos en nuestra experiencia. En último término, aquello de lo cual el sujeto se siente efectivamente culpable cuando tiene culpa, de modo aceptable o no para el director de conciencia, es siempre, en su raíz, de haber cedido en su deseo».
Lacan, J., (1959-1960) El Seminario, libro 7, La ética del psicoanálisis, Paidós, Buenos Aires, 2007.